El largo camino de la costa.
El Camino del Norte, también conocido como Camino de la Costa, recorre toda la costa peninsular de este a oeste, bordeando el mar Cantábrico a través de Euskadi, Cantabria y Asturias, hasta llegar a Galicia.
Recuerda que si quieres hacer el Camino de Santiago, no tienes por qué hacer una ruta completa. Escoge cualquier punto intermedio de este u otro Camino y completa el número de etapas o kilómetros que desees. Si recorres 100 km a pie (200 en bicicleta), podrás recibir la Compostela a tu llegada a Santiago.
Imagen: Museo Guggenheim, Bilbao
824 km / 34 días a pie / 18 días en bici
El Camino del Norte discurre por la costa del Norte de España. El viaje empieza en San Sebastián, una ciudad que todo el mundo debería visitar alguna vez en su vida. Ahí podrás degustar la mejor gastronomía española. De hecho uno de los puntos fuertes de esta ruta es la buena gastronomía que podemos encontrar por el camino.
El Camino de Santiago del Norte se caracteriza por tener una afluencia considerable de peregrinos. Es uno de los caminos más populares y, aunque está menos masificado que el Camino Francés, encontrarás una gran cantidad de caminantes, albergues, establecimientos, etc.
Si estás buscando una ruta inigualable, que una mar y montaña, que no tenga etapas particularmente duras y que cuente con todo el encanto de la gastronomía norteña (vasca, cántabra, asturiana y gallega), esta ruta es ideal para ti. Debes tener en cuenta que es un camino bastante largo y necesitarás al menos un mes para recorrerlo a pie pero, por lo demás, es una ruta apta para todos los públicos y te bastará con el entrenamiento general que precisa cualquier camino de peregrinación a Santiago.
El Camino del Norte, también conocido como Camino de la Costa empezó a recibir peregrinos y devotos de Santiago a partir del siglo IX, coincidiendo con el propio descubrimiento del sepulcro del Apóstol Santiago. Junto con el Camino Francés, es uno de los caminos a Santiago con más historia. Aunque no está comprobado, se deduce que el Camino Francés tuvo que ser anterior, el primero de los caminos a Santiago, ya que la orografía del Camino del Norte es más compleja.
Aunque no se tenga documentación del Camino del Norte anterior a la del Camino Francés, ambos debieron formarse con muy poco tiempo de diferencia. Aunque el Camino Francés era más fácil de transitar, el Camino del Norte se empezó a utilizar para llegar a Compostela. De hecho, este era el Camino más seguro, porque era el que más alejado estaba de las batallas de la Reconquista que se libraban en la Península.
La expansión y popularidad del Camino del Norte coincide con la expansión de territorios del Reino Astur. Con él, se corre la noticia del descubrimiento del sepulcro de Santiago y las peregrinaciones por la costa empiezan a ser más frecuentes.
El Camino del Norte es uno de los más largos, con más de 820 km de longitud hasta Compostela. Discurre a lo largo de varias localidades del norte de la Península: se empieza en Irún y se van recorriendo distintos pueblos y ciudades como San Sebastián, Gernika, Bilbao, Portugalete, Santander, Santillana del Mar, Comillas, Ribadesella, Gijón, etc.
El Camino del Norte se compone de 32 etapas a pie hasta Arzúa, desde donde se recorrerá, durante dos jornadas más, el último tramo del Camino Francés, completando así 38 etapas en total. En bici las etapas serán 16.
Aquí empieza el Camino del Norte. Es una etapa algo dura físicamente, ya que se compone de varias subidas y bajadas. Esta etapa empieza en la frontera de España con Francia y en ella podrás descubrir lugares de interés de la talla de la Ermita de Santa Elena, la Iglesia de Santa María del Juncal, la Playa de la Concha, el Palacio de Miramar o la Basílica de Santa María del Coro. San Sebastián es el lugar perfecto para empezar a enamorarte de la gastronomía norteña. Durante esta etapa puedes disfrutar tanto de los platos más refinados en restaurantes con estrellas Michelín, como de la comida más casera en encantadores establecimientos.
Esta etapa sigue transcurriendo en pendiente hacia arriba, especialmente hasta el kilómetro 12. A continuación sigue una pronunciada pendiente hacia abajo, por lo que los ciclistas deben extremar la precaución. Te recomendamos que visites la Iglesia de San Nicolás de Bari y la Ermita de San Martín de Tours (en Orio), la Iglesia de Santa María la Real, el Convento de los Padres Franciscanos y el Palacio de Narros en Zarautz.
Esta etapa se caracteriza por tener unas cuestas constantes, pero la belleza de los paisajes la hace más llevadera. Pasarás por localidades realmente bellas, como Getaria, Zumaia, Itziar y Askizu.
Esta es una etapa algo dura, ya que continúan los desniveles de las montañas vascas. Para reponer fuerzas, nada mejor que la gastronomía vasca: prueba los pintxos, el marmitako y la salsa vizcaína para recuperarte. Puedes optar por terminar la etapa en Markina o continuar hasta Xemein.
Si has terminado en Markina, te espera una etapa de 24,6 km. Se mantienen las pendientes continuas, pero pasarás por uno de los lugares más emblemáticos: Gernika. No dudes en visitar el Árbol de Gernika y el Parque de los Pueblos de Europa.
Durante estas etapas podrás disfrutar de la naturaleza vasca. Aunque hay pendientes, ya no son tan pronunciadas. Disfruta de la belleza paisajística de esta zona, Reserva de la Biosfera de Urdaibai. La Iglesia, la Torre y el Humilladero del Santo Cristo en Lezama son algunos de los puntos de interés más destacables.
Esta etapa es muy corta, pero tiene una subida desde el kilómetro 5 hasta el 13 de unos 400 m sobre el nivel del mar. Cuando la hayas pasado, empezarás a bajar hacia la ciudad de Bilbao. Tómate tu tiempo para disfrutar de todo lo que esta increíble ciudad te ofrece: El Guggenheim, la Catedral de Santiago, la Basícila de la Virgen de Begoña, los Palacios Chávarri y Olábarri y mucho más.
El camino desde Bilbao a Portugalete es más llano y llevadero que las etapas anteriores. Aquí se combinan algunas zonas industriales propias de las afueras de las grandes ciudades con paisajes naturales. Párate a ver el Puente Bizkaia, la Basílica de Santa María, el Kiosko de la Música, la Torre de Salazar y el Convento de Santa Clara.
Como esta es una etapa larga, la puedes acortar parando en Pobeña, un poco antes de llegar a Castro Urdiales. No te pierdas las Playa de la Arena en Pobeña y recorre Castro Urdiales, un encantador lugar costero que no te dejará indiferente.
Esta etapa abandona la costa para reintroducir el camino por el interior. No tiene pendientes pronunciadas, por lo que los más de 26 km no serán duros. Aprovecha el momento para visitar los muchos puntos de interés de Laredo: el Convento de San Francisco, la Capilla del Espíritu Santo, el Santuario de Nuestra Señora de la Bien Aparecida, el Túnel de la Atalaya o la Playa Alia.
Esta etapa se puede realizar cruzando la ría en Barca hacia Satoña, siempre que el tiempo acompañe y entre los meses de marzo y diciembre. En invierno la solución suele ser un desvío en transporte público hacia el interior. Esta es una etapa con mucho encanto, aliviada por el paisaje del mar y de la ría.
Esta etapa tiene varias opciones: puedes optar por cruzar la ría desde La Pedreña o bien bordear San Salvador. Es una etapa muy corta, así que cuando llegues a Santander tómate tu tiempo para visitar esta encantadora ciudad. Visita el Cementerio protestante, sus museos o los palacios y los jardines de la Magdalena, de belleza inigualable.
Esta es la etapa más larga, con ni más ni menos que 37 km. Aunque no es dura en cuanto a terreno o pendientes, es muy larga, así que te recomendamos que la empieces con las pilas cargadas. La gran ventaja de esta etapa es la belleza de los paisajes, ya que tanto Santander y Santillana del Mar, como los puntos intermedios, son de una gran belleza paisajística.
Otra etapa llena de joyas paisajísticas. Aquí tendrás la oportunidad de ver el parque natural de Oyambre y Comillas, con lugares de alto interés como el Palacio de Sobrellano y El Capricho de Gaudí. No es una etapa dura ni larga, pero puedes dividirla en dos y terminarla en Comillas para apreciar debidamente todos los puntos de interés.
En esta etapa finaliza el recorrido por Cantabria y entramos en Asturias, acercándonos al ecuador del Camino a Santiago. En esta etapa están muy presentes las rías, por lo que no hay pendientes pronunciadas ni subidas a montañas. Aprovecha la ocasión para empezar a degustar la gastronomía asturiana y disfrutar de la Playa de la Franca en Colombres.
En esta etapa hay dos caminos posibles: uno más interior que pasa por Pendueles y otro que bordea la costa. En cualquier caso es una etapa ligera y sin obstáculos. Tómate un rato para visitar la Ermita del Cristo del Camino, la Basílica de Santa María de Concejo, el Palacio de los Duques de Estrada o el Palacete del Conde de la Vega del Sella.
En esta fase te esperan maravillosos entornos marineros y fluviales. Aunque es una etapa larga, se te pasará de forma ligera porque no entraña dificultades y por la belleza de sus paisajes. Aprovecha para aprovisionarte de enseres, ya que en la siguiente etapa hay zonas con pocos servicios.
Una etapa similar a la anterior, ya que también predomina el pasaisaje costero y fluvial y la ruta no entraña demasiadas dificultades. De igual forma, se trata de una etapa larga pero llana.
En este etapa tenemos dos opciones de difícil decisión. Podemos optar por finalizarla en Oviedo o bien coger un desvío que nos lleve hasta Gijón. Ambas son ciudades de gran interés cultural y paisajístico.
La opción históricamente más tradicional es la que sigue por el Norte y con la que arribamos a Gijón.
La otra opción consiste en desviarse a la altura de Casquita para seguir por la ruta del Camino Primitivo, llegando así a Oviedo. Si optas por esta opción, las rutas siguientes son las del Camino Primitivo. Sigue leyendo más sobre estas etapas en nuestra sección dedicada al Camino Primitivo.
Si has optado por la ruta original del Camino del Norte, habrás finalizado la etapa anterior en Gijón. Desde allí continuamos hacia la ciudad de Avilés por una ruta llana y sin obstáculos complejos. Avilés es una localidad de gran interés cultural y no puedes perderte puntos de interés turístico como el Parque Ferrera, el Palacio de Camposagrado, la Iglesia de San Nicolás de Bari, el Faro de San Juan, la Iglesia de Santo Tomás de Canterbury, el Museo Alfercam, el Parque del Muelle, entre otros.
En esta etapa encontramos bastantes subidas y bajadas. Aunque las alturas que se alcanzan son de apenas 200 m sobre el nivel del mar, sí se producen en pocos kilómetros, por lo que algunas son muy pronunciadas. Por suerte no es muy larga, por lo que puedes descansar al llegar a Nalón o visitar sus monumentos, como la Iglesia de Santa María, la Playa de Aguilar, la Casa Altamira o la Plaza del Marqués de Muros.
Tras una etapa dura viene esta otra para que descansemos un poco las piernas. Con pocos kilómetros y apenas obstáculos, puedes pararte a disfrutar de La Quinta de Selgas o la Capilla del Humilladero en Cudillero y la Iglesia de Santa María.
Aunque el trazado primigenio de esta etapa pasa por la Sierra de Palancas, es posible que no puedas pasar por aquí. Si las condiciones metereológicas no son favorables, tendrás que desviarte hacia la N-632 y continuar por carretera. El paisaje es menos agradecido, pero lo importante es tu seguridad. Una vez en Cadavedo (o Cadavéu) puedes disfrutar del mar en la Playa de Campiecho o en la de Cadavedo.
Esta etapa es corta y sencilla. Poco más de 15 kilómetros para llegar hasta Luarca, sin complicaciones ni terrenos complejos. Luarca es uno de los lugares más bellos, por lo que te vendrá bien tener tiempo libre para disfrutar de sus calles y de su gastronomía: mariscos, fabes, sidra, requesón y mucho más.
Esta etapa transcurre casi en su totalidad por la carretera, por lo que no se disfruta tanto a nivel paisajístico. Debes extremar la precaución ante los vehículos y caminar por el arcén con la debida señalización.
En esta etapa podemos poner con ilusión los pies en Galicia, ya que llegamos a Ribadeo, la primera parada gallega de nuestro camino. Una etapa media y fácil, en la que te recomendamos que pares a visitar Casariego y Ribadeo, tanto para callejear como para empezar a degustar la gastronomía gallega.
Esta etapa es larga y vuelve a tener alguna que otra subida, destacando el ascenso a Ponte Arante. Te recomendamos que cojas provisiones ya a la salida de Ribadeo, ya que en esta larga etapa no encontrarás muchos servicios hasta llegar a Lourenzá.
Esta es una etapa que transcurre en su mayor parte en la naturaleza. Además de pasar por bosques y parajes naturales, tendrás la oportunidad de visitar Mondoñedo, una de las históricas capitales gallegas. Allí puedes visitar la Catedral y su plaza, el Santuario de Nuestra Señora de los Remedios y Alameda de los Remedios.
Esta etapa transcurre por la comarca de Terra Chá, que significa "tierra llana". Como puedes deducir, esta etapa no tiene repechos ni desniveles. Es una etapa que transcurre por la naturaleza sin desviarse de la carretera nacional, así que tendrás muchos servicios a mano. Una vez en Vilalba, visita la Torre de los Andrade o la Iglesia de Santa María, entre otros.
En esta etapa tenemos dos posibilidades. Dada que la siguiente supera los 40 kilómetros, se puede alargar esta hasta Miraz (33 km) y que así la siguiente sea más corta. Si no, podemos aprovechar esta para descansar (son menos de 20 kilómetros y sin dificultad) y hacer al día siguiente la última etapa larga del Camino. No dudes en visitar el longevo castaño que se encuentra en Baamonde.
Si has finalizado la etapa anterior en Baamonde, te espera una última etapa larga, de más de 40 km. A partir de este punto, nos retiramos de la región de Terra Chá para empezar nuestro camino en A Coruña. Esto nos indica que nos acercamos a Santiago. En esta etapa no hay muchos servicios, por lo que conviene que te abastezcas antes. Párate a apreciar el Monasterio de Santa María de Sobrado, Campamento Romano o la Lagoa de Sobrado dos Monxes.
Esta es la última etapa que es propia del Camino del Norte. Arzúa es el lugar exacto donde se juntan esta ruta y el Camino Francés. Es una etapa corta y sencilla, sin bajadas ni subidas pronunciadas. Una vez en Arzúa, visita la Capilla y el Convento de la Magdalena, el Pazo de Brandeso, la Fonte Santa y la Capilla de A Mota. Por supuesto, también debes probar el queso Denominación de Origen de Arzúa-Ulloa, uno de los más célebres de Galicia y de toda la Península en general.
Solo nos quedan dos etapas cortas para llegar a Santiago (de menos de 20 km). Esta penúltima etapa tiene varias opciones. Algunos peregrinos optan por hacerla más larga y que la última etapa esté más cerca de Santiago, para así llegar a la plaza del Obradoiro por la mañana. Puedes optar por parar en O Pedrouzo, en Alto de Santa Irene o incluso en Monte do Gozo, desde donde ya divisarás Compostela.
La meta ya casi se toca con los dedos. La ilusión por llegar y lo breve de esta etapa hará que llegues a la Plaza del Obradoiro sin apenas darte cuenta. Llana y llevadera, te aconsejamos que recorras esta ruta compartiendo tus experiencias con tus compañeros peregrinos. ¡Llegamos a Santiago! Una vez en la capital gallega, tómate tu tiempo para celebrar tu llegada visitando a fondo la ciudad.
Antes de iniciar esta experiencia, es recomendable realizar algunas caminatas durante algunas semanas para comprobar tu estado físico y sobre todo para acostumbrarte al calzado que llevarás en el Camino. Los problemas más habituales suelen ser el dolor de pies y de espalda, provocados por una sobrecarga en la mochila. Lo importante del Camino del Norte (y del resto de rutas) es seguir tu propio ritmo y adaptarte a tus propias fuerzas para llegar a la etapa final. Así disfrutarás de las múltiples actividades culturales, gastronómicas, religiosas y de ocio presentes a lo largo del Camino de Santiago.
Uno de los elementos principales a considerar a la hora de hacer tanto el Camino del Norte como cualquier otro es el calzado que llevaremos a lo largo del recorrido. Lo que nunca se recomienda, elijas el tipo de calzado que elijas, es estrenar tus zapatillas o botas el primero día de Camino. En caso de que tu calzado todavía no haya cogido la forma de tus pies, ten por seguro que sufrirás molestias y ampollas que pueden imposibilitarte terminar el Camino . Por eso siempre recomendamos estrenar tu calzado en las semanas previas, mientras te preparaas para el Camino de Santiago realizando breves recorridos.
Además de preparar nuestro calzado nuevo para que se amolde a nuestros pies, si realizamos una preparación física previa evitaremos lesiones y otros malestares. Tanto en las semanas antes de emprender el Camino de Santiago como en cada etapa diaria antes de empezar a caminar, es conveniente que realicemos ejercicios de calentamiento y estiramientos. Estos deben centrarse especialmente en gemelos y muslos, de forma más concreta en isquiotibiales y cuádriceps.
La ruta del norte se caracteriza por tener una afluencia considerable de peregrinos. Es uno de los caminos más populares que hay y, aunque está menos masificado que el Camino Francés, encontrarás una gran cantidad de peregrinos, albergues, establecimientos, etc.
Llamándose Camino de la Costa, centrado en el cantábrico, no es de extrañar que esta sea una de sus principales características y ventajas. Todo el Camino de Santiago por el norte de España transcurre por bellísimas localidades costeras. Si optas por esta ruta, podrás disfrutar de las sendas a media camino entre el mar y la montaña, con el encanto inigualable del mar.
Otra característica importante que puede inclinar la balanza hacia el Camino de la Costa es su gastronomía. Si quieres explorar la magia de la comida vasca, cántabra y asturiana, el Camino del Norte puede ser tu camino ideal.
En cuanto a su dureza, el Camino del Norte no tiene etapas particularmente duras ni difíciles de superar. Lo que sí debes tener en cuenta es que es un camino bastante largo y necesitarás al menos un mes para recorrerlo a pie. Por lo demás, es un Camino para todos los públicos y te bastará con el entrenamiento general que precisa cualquier camino de peregrinación a Santiago.
El Camino del Norte pasa por numerosas zonas urbanas y ciudades importantes del norte de España. Aquí encontrarás algunos alojamientos para las etapas principales de cada provincia, desde Irún hasta la unión del Camino del Norte con el Camino Francés.
Irún
Donosti
Bilbao
Santander
Ribadesella
Ribadeo
Si buscas alternativas, todavía tienes muchos otros Caminos que deberías conocer.