Cómo hacer el Camino de Santiago

El Camino
a pie

Las rutas a pie son las más populares para llegar a conseguir el objetivo de la Compostela. De hecho, las estadísticas confirman que entre un 80 % y un 90 % de los peregrinos hacen los caminos a Compostela a pie.

Hacer el Camino de Santiago andando es la opción más común. Por eso las rutas están mejor señalizadas y no te faltarán recursos para llegar a la catedral andando.

Al hacer el Camino a pie, las rutas puede que se hagan más largas, pero el esfuerzo explosivo del ejercicio es menor.

Uno de los mayores esfuerzos de hacer el camino no es la larga caminata en sí, sino otros retos añadidos, como la sobrecarga de las mochilas.

Sin embargo, puedes contratar un servicio de traslado de mochilas y hacer tu ruta mucho más llevadera de esta forma. Se trata de una opción a la que cada vez más peregrinos recurren.

Nuestra recomendación es que elijas meticulosamente el calzado, porque será el elemento más importante de toda la experiencia. Y por supuesto, que entrenes en los días previos a tu partida, ya que te esperan horas constantes de caminata durante varios días.

El Camino
en Bici

En torno al 10 % y un 18 % de peregrinos hacen el Camino de Santiago en bici.

La gran ventaja de ir a Compostela en bici es la velocidad: ahorrarás mucho tiempo y podrás emplearlo en descubrir lugares nuevos.

Otra ventaja es que la bici nos permite transportar las mochilas con menos esfuerzo, ya que podrás llevar tus pertenencias en las alforjas a cada lado de la bicicleta.

Para hacer el Camino de Santiago en bici tendrás que planificar tus rutas más cuidadosamente , no solo a nivel de itinerario, sino también de horarios.

Ten en cuenta que si eliges esta modalidad, la cantidad mínima de kilómetros a recorrer para obtener tu Compostela es de 200, el doble que si decides hacer el Camino a pie.

Además, a partir de las 8 de la tarde, los peregrinos que van a pie tienen prioridad de acceso a los albergues, así que es importante que lo tengas en cuenta para asegurarte un techo.

No olvides que, puesto que va a ser tu principal forma de transporte, tu bici debe estar bien acondicionada para las aventuras que le esperan.

También tendrás la opción de alquilarla por los días que vaya a durar tu experiencia si lo necesitas, ya que cada vez más agencias cuentan con este servicio.

El Camino
a caballo

Aunque es una opción bastante menos frecuente, el Camino de Santiago también se puede hacer a caballo. Esta puede que sea la modalidad que más preparación requiere, puesto que debemos estudiar las rutas meticulosamente y tener la certeza de que nuestro caballo puede completar el recorrido sin problemas.

Por ello, es importante tener en cuenta la época del año en que haremos el Camino, evitando los meses de temperaturas más altas para que el caballo no sufra.

Por supuesto, hay que contar con experiencia previa cabalgando y llevar una buena equipación para cuidar del equino durante toda la ruta jacobea.

Los kilómetros mínimos a recorrer son 100, al igual que si haces el Camino a pie. Además, en este caso debes avisar a la policía de tu llegada a la capital gallega y obtener así un permiso de entrada a la plaza del Obradoiro con tu caballo.

Si al final te decides por esta opción, en este caso sí te recomendamos encarecidamente que prepares y reserves tu viaje con antelación, a poder ser con una agencia especializada.

No son muchos los alojamientos que disponen de caballerizas donde poder pasar la noche, por lo que mejor salir preparado de casa para no encontrarte sin albergue durante tu peregrinaje.