El largo camino de las flechas amarillas
La Vía de la Plata es una de las rutas más largas para llegar a Santiago de Compostela, pero también una de las más cargadas de historia. Para superar el reto deberás recorrer 38 etapas en total: las 27 de la ruta de la plata y las últimas 11 etapas del Camino Francés. En esta guía te damos las claves para organizar tu peregrinaje como desees.
Debes saber que, para hacer el Camino de Santiago, no tienes por qué recorrer esta ruta al completo. Puedes escoger cualquier punto intermedio para comenzar, y hacer las etapas y kilómetros que desees. Si recorres al menos 100 km a pie o 200 en bicicleta, podrás recibir la Compostela, a tu llegada a Santiago.
Imagen: Plaza de España, Sevilla
960 km / 38 días a pie / 16 días en bici
El Camino de la Plata o Vía de la Plata es una de las rutas más largas del Camino de Santiago. Deberás recorrer 38 etapas a través de la histórica Vía de la Plata, creada por los romanos a finales del siglo I para llegar a Galicia,.
La Vía de la Plata nos otorga la oportunidad de recorrer la Península de sur a norte, pasando por algunas de las localidades más bellas de España. Ciudades como Sevilla, Zafra, Mérida, Cáceres, Salamanca o Zamora son algunas de las ciudades que atraviesa este maravilloso camino.
El Camino de Santiago por la Vía de la Plata trascurre por la ruta que seguía la histórica calzada romana que conectaba Mérida con Astorga. Dado que atravesaba buena parte de Hispania, de sur a norte, no es de extrañar que los antiguos peregrinos la utilizasen para llegar hasta Santiago. En el sentido histórico de la palabra, la Vía de la Plata empezaba en Mérida, aunque más adelante se alargaba hasta Sevilla, tras la cristianización de los territorios mozárabes.
El Camino de la Plata o Vía de la Plata comienza en Sevilla y termina en Santiago. Dado que atraviesa el territorio nacional de sur a norte, no es de extrañar que se trate del camino más largo a Compostela. Sus 960 km se dividen en 38 etapas a pie y 16 en bicicleta. Su etapa más corta, la novena, es de 16 km. La más larga, de 38,6 km. La mayoría de las etapas son largas, de más de 30 km. Si cuentas con días de sobra, puedes dividir casi todas las etapas largas en dos partes. Sin embargo, esto añade días extra a un viaje de por sí largo.
La Vía de la Plata se caracteriza por estar debidamente señalizada. Encontrarás las célebres flechas amarillas sin problemas, por lo que la circulación es cómoda y es muy poco probable que te desvíes.
Otra de las características más importantes de este Camino son sus temperaturas. Como ya sabes, las temperaturas del sur son extremas en verano. Debes tener en cuenta que el camino transcurre por etapas sin sombra, llanas y duras. Si vas a recorrer este trazado, te recomendamos que te prepares bien si vas en verano. Siempre debes tener en cuenta el factor de hidratación y de protección del sol.
El Camino de la Plata se compone de 38 etapas, 27 de ellas de esta ruta y 11 del Camino Francés, a cuya ruta se une a partir de Astorga. Te las explicamos el recorrido brevemente para que sepas a qué te vas a enfrentar cada día.
Esta etapa se caracteriza por ser llana y agradable, no solo por no contar con obstáculos, sino por la belleza de sus localidades. Iniciar la ruta en una de las ciudades más bellas de España te servirá como inspiración y te hará vivir el camino como nunca lo habrías imaginado. Antes de salir, descubre la belleza de Sevilla y deléitate con sus manjares. Los lugares de interés no acaban en la antigua Hispalis, sino que podrás seguir disfrutando de ellos en localidades como Santiponce o Guillena, el fin de la etapa.
Esta etapa no entraña obstáculos ni pendientes. Además, es bastante corta, por lo que es buen inicio de camino. Aprovecha este tipo de etapas para disfrutar de los paisajes y de la inigualable gastronomía: gazpacho, salmorejo, migas, tortas de aceite, tortas sobás... Hay mil manjares que puedes probar en esta ruta.
Esta zona te depara anchas dehesas y campos dedicados a la ganadería. Pasarás por encantadoras localidades, incluido el Parque Natural de los Berrocales. Dada su gran calidad, te recomendamos probar las carnes ibéricas, si puedes y tienes ocasión.
En esta etapa es donde da comienzo el camino extremeño, dejando atrás la bella comunidad de Andalucía. Es una larga etapa, de casi 35 kilómetros, en la que atravesarás dehesas y campos agrícolas y ganaderos. Al final de la etapa hay una subida. Prepara tus fuerzas comiendo bien: las carnes de cerdo son la especialidad de la zona en la que te encuentras.
En esta etapa se produce un descenso hasta llegar al arroyo Bodión. Aunque la presencia de agua suaviza las temperaturas, no conviene que te relajes: cuida siempre la hidratación y la protección contra el sol. Esta etapa, como muchas las de este Camino, cuenta con largos trayectos sin sombra y con temperaturas extremas.
En esta etapa no encontrarás pendientes pronunciadas. Transcurre entre arroyos, por lo que el paisaje es agradable y natural y las temperaturas se refrescan gracias a su humedad. Al llegar, tendrás la oportunidad de ver Zafra, una ciudad extremeña que merece la pena que descubras.
Esta etapa es sencilla: es corta, con menos de 20 km, y no tiene inclinaciones ni obstáculos. La localidad de llegada es Villafranca de los Barros, un encantador minucipio conocido popularmente como la ciudad de la música. Al callejear este lugar seguramente tendrás la oportunidad de escuchar música en sus calles mientras disfrutas de la belleza de su arquitectura.
Esta etapa, al ser corta, puede alargarse unos 17 km más hasta Almendralejo. Al ser llana y breve, puedes recorrerlos o puedes pararte a descansar y visitar Villafranca de los Barros y dejar Almendralejo para el día siguiente.
En el día de hoy, nos dirigimos hacia Almendralejo, donde te recomendamos que visites la Iglesia del Corazón de María y el Convento de Santa Clara. Esta etapa es larga, sin embargo, es llana y sin obstáculos, por lo que no alberga dificultades.
En esta etapa disfrutarás de la historia de la zona, rica en restos arquitectónicos del Imperio Romano. No dudes en visitar los muchos monumentos de Mérida: el Teatro Romano, el Anfiteatro y el Templo de Diana, entre otros. Al tratarse de una etapa corta, te recomendamos que tomes tiempo para visitar esta ciudad, declarada Patrimonio de la Humanidad.
Tras haber aprovechado la etapa anterior para descansar, nos espera un tramo más largo de más de 35 km. Atravesarás por el Parque Natural de Cornalvo y podrás visitar numerosos restos arqueológicos romanos, como el embalse de Proserpina. En esta etapa pasarás de Badajoz a Cáceres, siendo la meta la localidad de Alcuéscar. Párate a visitar sus ermitas y la Iglesia de Santa Lucía del Trampal.
En el decimoprimer día nos espera otra etapa larga que también podrás dividir en dos. Puedes optar por pasar la noche en Aldea del Cano (pasados los 15 km) o en Valdesalor (pasados los 25 km). Si quieres hacer la etapa completa, pernoctarás en Cáceres tras una caminata de 38 km. Aunque la etapa es larga, es llana y agradable. Si optas por dividirla en dos, no dudes en emplear el tiempo en visitar la ciudad de Cáceres.
Dependiendo de dónde hayas parado en la etapa anterior, saldrás de Cáceres o de Casar de Cáceres. Al cambiar el punto de partida, también cambia el punto de llegada: puedes parar en el Embalse de Alcántara o en Cañaveral.
Esta etapa no es tan larga como las anteriores. El camino tiene una subida y una bajada, pero no son demasiado pronunciadas ni largas. Los caminos son algo montañosos y el terreno, de tierra.
En esta etapa se nos presenta la opción de pasar por Riolobos o de obviarlo. El desvío a Riolobos añade kilómetros a una etapa ya de por sí larga. También es opcional pasar por Galisteo, aunque si no lo hacemos, nos perderíamos su histórica muralla. Te recomendamos que escojas según las fuerzas con las que llegues a esta etapa y según el interés que tengas en visitar estas localidades. En cualquier caso, el final de esta etapa está en Carcaboso.
Esta larga etapa también es divisible en dos. En ella tendrás la ocasión de pasar por el arco romano de Cáparra, célebre por su valor histórico y por su buen estado de conservación.
Esta etapa es el fin del Camino por la Comunidad de Extremadura. La localidad de Puerto de Béjar será la primera parada en territorio castellano-leonés. Desde ahí seguiremos hasta parar a pernoctar en La Calzada de Béjar. Esta etapa tiene una ligera subida hasta Puerto de Béjar, para después descender.
Con tantas etapas largas, las etapas de 20 km son una oportunidad para descansar y apreciar el paisaje y las localidades que recorremos. Te recomendamos que te pares a empezar a apreciar la gastronomía de Castilla y León. En esta etapa encontrarás servicios fácilmente.
Esta etapa se caracteriza por su subida hacia Pico de la Dueña, que se encuentra a casi 1.200 metros sobre el nivel del mar. Aunque la subida no es tan pronunciada como pueda parecer, por el punto de partida ya se encuentra a más de 900 m sobre el nivel del mar. A continuación se desciende hacia el arroyo Mendigos, aunque se puede tomar un desvío que pasa por Pedrosillo de los Aires y Monterrubio de la Sierra.
Esta etapa transcurre por zonas naturales: bosques y dehesas en su mayor parte. A medida que caminamos, empezamos a ver la ciudad de Salamanca a lo lejos. Una visión de una belleza que hace mucho más llevadero el Camino. Esta corta etapa nos permite visitar Salamanca con tranquilidad. Te recomendamos que le dediques tiempo, tanto a sus calles como a su gastronomía. Destacan especialmente su Plaza Mayor, la Catedral Vieja y la Catedral Nueva, el Convento de San Esteban, la Casa de las Conchas, La Clerecía, etc.
Te recomendamos que te aprovisiones antes de empezar esta etapa, ya que es larga y no cuenta con demasiados servicios en las localidades intermedias. Nos volvemos a entregar a una etapa larga, una constante en este camino a Santiago. Esta etapa es llana y transcurre cerca de la autovía, prácticamente en paralelo a la N-630. La meta de esta etapa es El Cubo de la Tierra del Vino. Por si te lo estabas preguntando, el gentilicio de esta localidad es "cubinos" y "cubinas".
Desde esta localidad vinícola nos desplazamos a Zamora en una etapa larga y en descenso. Zamora es una de esas ciudades que bien merecen una visita más dedicada. Puedes visitar su Castillo, su Catedral, el Palacio del Cordón y muchos otros puntos de interés de su callejero, como la Plaza de Viriato y su Plaza Mayor. También merece la pena degustar sus especialidades: sus productos con denominación de origen, como los quesos y los vinos; y sus platos típicos.
Esta zona se conoce como la Tierra del Pan, por la calidad y abundancia de campos de cereal. Se trata de una etapa breve y rectísima, en la que te puedes relajar sin pensar en desvíos ni en largos kilómetros. Degusta sus dulces típicos: aceitadas, rebojos, mantecadas, orejas, bollos... Todos ellos realizados a base de harinas de trigo, prosiblemente procedentes de los campos que estás viendo al pasar.
Esta es una etapa llana y agradable. Pasarás por el Embalse de Ricobayo. En este tramo hay 2 pequeños atajos: si no quieres pasar por Fontanillas de Castro ni Riego del Camino, puedes atajar un poco y parar directamente en Granja de Moreruela. Las ruinas de su monasterio son alguno de los monumentos de interés que puedes ver aquí.
En esta etapa, el camino se bifurca: puedes optar por seguir por el trazado original de la Vía de la Plata o desviarte y continuar por el Camino Sanabrés y Francés.
Esta es otra etapa corta y apacible, sin mayores obstáculos. Además, aquí sí tendrás acceso a servicios si los necesitas (hostelería, hospedaje, farmacias, etc.), por lo que la etapa es cómoda en todos los sentidos. Seguimos pasando por el trazado de la N-630, hasta desviarnos hacia Benavente al final del tramo. En Benavente puedes visitar sus muchos puntos de interés: la Iglesia de Santa María del Azogue, la Iglesia de San Juan del Mercado, el Hospital de Peregrinos de la Piedad, la Torre del Caracol o el Castillo de la Mota, los Jardines de la Mota, los Jardines de la Rosaleda.
Esta una etapa corta, que transcurre prácticamente en su totalidad por asfalto. Pasarás por localidades como Villabrázaro, Maire de Castroponce y Puente de la Vizana. No hay demasiados servicios por el camino, pero la etapa es corta, por lo que no debería ser un problema.
Continuamos la ruta por el caudal del río Jamuz. Esta es una etapa corta, con terrenos de tierra que no dificultan el paso. Pasarás por campos agrícolas y florales.
En esta etapa encontrarás algunos desniveles, pero no te impedirán avanzar a buen ritmo. Dejamos el río para avanzar casi en paralelo a la A-6. A partir del puente romano de Valimbre se abre la posibilidad de ir por el oeste o por el este hacia Celada de la Vega, siendo los dos caminos igualmente largos.
Una vez que hayas llegado a Astorga, visita el Palacio Episcopal, la Catedral de Santa María, la Muralla Medieval, la Iglesia de San Francisco o la Puerta Romana. A partir de este punto, la Vía de la Plata se funde con el final del Camino Francés. Encontrarás nuevos peregrinos por el Camino, procedentes de la ruta ruta francesa. En concreto, esta etapa 27 se corresponde con la etapa 23 del Camino Francés.
Entramos de lleno en la zona antiguamente conocida como el País de los Maragatos. Aquí se empiezan a dejar atrás las zonas llanas para empezar a subir los montes de León. También el paisaje cambia poco a poco, llenándose de tonos verdes y climas más frescos. Prueba el cocido maragato, una de las especialidades más típicas de la zona.
El paso de Foncebadón a Ponferrada es un descenso considerable, desde los más de 1.300 m sobre el nivel del mar hasta los menos de 300 m. Pasarás por localidades como Manjarín, El Acebo de San Miguel, Riego de Ambrós y Molinaseca. Una vez en Ponferrada, no te pierdas el Castillo de los Templarios, la Basílica de la Encina o la Torre del Reloj.
Recorremos la comarca de El Bierzo pasando por Columbriados, Fuentesnuevas, Camponaraya y Cacabelos. Esta zona está situada en un hoyo, protegido por montañas, que le otorgan un microclima apacible. Prueba la gastronomía del Bierzo: sus frutas y hortalizas y sus vinos con denominación de origen.
Esta es la primera etapa que recorremos en Galicia, llegando a O Cebreiro, la primera localidad gallega de nuestra ruta. En la localidad de Las Herrerías (cerca del kilómetro 20), empezamos a subir hasta alcanzar los 800 m de altura de O Cebreiro. Después de este repecho, te encantará disfrutar de las vistas de este lugar. De hecho, muchos afirman que esta es la Etapa Reina: la más hermosa de todo el Camino, con ese toque de ilusión especial que nos invade al entrar en Galicia. Además, te recomendamos que pruebes la gastronomía: los quesos con denominación de origen, las castañas o el porco celta.
Estamos en la zona de la Sierra de los Ancares. Aunque es una zona montañosa, no hay pendientes importantes, salvo la subida a Alto do Poio. Es una etapa corta, por lo que no nos desgastaremos mucho. De aquí son típicos los dulces de los Ancares, así como sus castañas.
Esta etapa coincide con la carretera LU-633, por lo que el terreno es fácil tanto para caminantes como para ciclistas. Al estar cerca de los vehículos, debemos circular con precaución.
Al llegar a Sarria nos encontraremos tan solo a 100 km de Santiago de Compostela. Esta última etapa es muy popular, ya que los 100 km son los mínimos para conseguir la Compostela. Esto hace que muchos peregrinos empiecen su camino aquí. Te encontrarás mucho ambiente y la oportunidad de compartir tu experiencia con peregrinos procedentes de otras rutas.
Esta es una etapa breve y fácil de recorrer. El ambiente que hay, al añadirse nuevos peregrinos al camino, la hace llevadera y entretenida. Aunque hay algunas subidas y bajadas, no tendrás mayores problemas para superarla.
Este tramo transcurre por bastantes zonas de asfalto, salpicadas de algunos monumentos y puntos de interés como los yacimientos de Castromario, las iglesias románicas o el cruceiro de Os Lameiros. Te recomendamos que degustes un buen pan de leña gallego, el polbo á feira o el lacón con grelos, algunas especialidades de la zona.
Con la entrada en la localidad de O Coto, iniciamos nuestra andadura en la provincia de A Coruña, tras abandonar Lugo. Pasarás por Melide, lugar donde te recomendamos parar, al menos para degustar el pulpo. Si tienes tiempo, visita también el puente medieval del río Furelos, la Capilla de San Roque o la Iglesia de Santa María de Melide.
Solo nos quedan dos etapas de unos 20 km para llegar a Santiago. Estas dos últimas etapas tienen varias lecturas. Dependiendo de las ganas que tengas de llegar a Santiago y de cómo planees llegar, puedes optar por pernoctar en lugares distintos. Una opción muy común es descansar en O Pedrouzo para que la siguiente etapa sea de igual longitud que esta. También puedes optar por alargar esta etapa, haciendo noche en Santa Irene o incluso en el Monte de Gozo. Esta segunda opción hace que la última etapa sea brevísima, pudiendo llegar a Santiago por la mañana y disfrutar más de la capital gallega.
Escojas lo que escojas, esta es una etapa fácil, llana y sin mayores obstáculos.
La última etapa es corta, sencilla y llena de ilusión. Los peregrinos están deseando llegar a ver la Plaza del Obradoiro y esto da un ambiente sin igual a esta última etapa. Se trata de un último trazado corto, especialmente si has decidido alargar la etapa anterior.
Disfruta cada paso al máximo antes de ver la Catedral de Santiago. Cuando hayas arribado, empápate de la cultura gallega en Compostela. Visita sus múltiples monumentos, recorre sus calles llenas de historia, degusta sus manjares gastronómicos y comparte tu experiencia en la capital de los peregrinos.
Te mostramos los alojamientos de las principales ciudades que te encontrarás en la Vía de la Plata, tanto si buscas albergues públicos como pensiones u hostales con todas las comodidades. Para que disfrutes de un merecido descanso tras largas y solitarias jornadas de caminata cada día.
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