Si existe un símbolo característico del Camino de Santiago, además de las conchas de vieira y las flechas amarillas que llevan a los peregrinos hasta la Catedral, ese es el botafumeiro.
Este incensario es uno de los principales atractivos en la Catedral de Santiago pero, ¿sabes por qué tiene esas dimensiones y cuándo puedes verlo en funcionamiento?
Te lo contamos todo en este artículo.
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El origen del botafumeiro
El botafumeiro de la Catedral de Santiago es un incensario único en el mundo debido principalmente a sus dimensiones únicas. Concretamente, mide casi 1,6 metros de altura y pesa 62 kilos en la actualidad, tras las labores de restauración de 2006 en las que se le aplicó un baño de plata en el exterior, además de reforzar su estructura en bronce.
Aunque no se puede concretar con precisión la fecha en que el botafumeiro se usó por primera vez, se tiene constancia de su existencia desde la Edad Media, gracias a la referencia que aparece en el Códice Calixtino, donde se le denomina Turibulum Magnum.
Se cree que, además del uso litúrgico que tienen todos los incensarios, el botafumeiro en este caso servía también para disimular los malos olores de los peregrinos que se aglomeraban en la catedral, después de días o incluso meses de caminata desde distintas partes del mundo. De ahí se explica su tamaño.
¿Quiénes son los tiraboleiros?
Para darle impulso al botafumeiro, dejar que coja velocidades que pueden llegar a los 68 km por hora, y aún así mantenerlo siempre bajo control marcando el ritmo, son necesarias varias personas. Son los populares tiraboleiros: ocho hombres vestidos con capas largas de color malva llamadas roupóns.
Los tiraboleiros, además de poner el botafumeiro en movimiento, se encargan de rellenarlo con unos 400 gramos de incienso y carbón, para después sujetarlo a la maroma situada frente al altar mayor, bajo la cúpula, de forma segura.
Aquí es cuando empiezan a tirar de los ocho cabos de la cuerda que lo sujeta para alcanzar la velocidad y ángulo de oscilación deseados. El botafumeiro realiza este trayecto unas 17 veces y así se queda para siempre en la memoria de todos los que pueden presenciarlo.
Incidencias con el botafumeiro
Debido a las enormes dimensiones y el peso del botafumeiro, además de las velocidades que puede alcanzar cuando se pone en funcionamiento, no es de extrañar que en alguna ocasión se produjeran desprendimientos.
De hecho, se conocen tres incidentes de este tipo, más concretamente en 1499, 1622 y 1937. La primera vez que esto sucedió, el botafumeiro se desprendió llegando a salir al exterior por la Puerta de Platerías. Testigo de ello fue la mismísima Catalina de Aragón, que se encontraba de visita en la ciudad compostelana.
Por suerte, en ninguna de estas ocasiones hubo que lamentar víctimas, aunque en el incidente más reciente de todos ellos sí que hubo un perjudicado con nariz y costillas rotas por haberse acercado demasiado a admirar la trayectoria del botafumeiro.
Actualmente, la cuerda que sujeta el botafumeiro está hecha de un material sintético especial muy resistente que tiene una longitud de 65 metros y un diámetro de 5 centímetros, lo que ofrece mucha más seguridad que anteriores fijaciones de esparto o cáñamo.
¿Cuándo se puede ver el botafumeiro en acción?
Al contrario de lo que se pueda pensar, el botafumeiro no se usa en cualquier ocasión. De hecho solo podrá presenciarse en caso de que tenga lugar algún evento importante al que acudan ciertas autoridades, o en las siguientes fechas especiales:
- 6 de enero: Epifanía del Señor
- Domingo de Resurrección
- Ascensión del Señor
- 23 de mayo: Aparición del Apóstol en la batalla de Clavijo
- Celebración de Pentecostés
- 25 de julio: día de Santiago Apóstol
- 15 de agosto: Asunción de María
- 1 de noviembre: Todos los Santos
- 8 de diciembre: Inmaculada Concepción
- 25 de diciembre: Navidad
- 30 de diciembre: Traslado de los Restos del Apóstol
Por último, el botafumeiro también puede solicitarse para cualquier misa del peregrino durante el Año Santo. En este caso es necesario realizar un pago previo y efectuar la reserva en la propia Oficina del Peregrino o en el email botafumeiro@catedraldesantiago.es.
